viernes, 20 de marzo de 2015

ciclismo

EL CAMPEÓN QUE SE HIZO RESPETAR

Nairo, todo un carácter


Felicidad en el podio final de la Tirreno-Adriático. Foto: ANSA / DAL ZENNARO - PERI
"¡Imanol, dame un arma! ¡Dame un armaaa!”, gritó Nairo Quintana en mitad de una etapa del Tour de Francia. Su primera y única presencia en la grande de las grandes, debut con segundo puesto final. Imanol Erviti, el veterano navarro, no daba crédito a lo que salía de la boca del colombiano de 23 años. “¿Qué te pasa, qué dices, Nairo?”, le espetó. Pero el chaval había desaparecido ya de la panza del pelotón y andaba por la primera línea, empujando y amenazando a los fortachones del Quick Step. Volvió a juntarse con sus compañeros. “¿Pero qué haces, Nairo?”, le preguntaron los Valverde y compañía. Respuesta:“Hay que hacerse respetar”. Risas.
Cuentan más del chico de 25 años que acaba de ganar con una exhibición en el Terminillo la 50ª edición de la Tirreno-Adriático. Como cuando, tres años más joven y harto deamenazas y desprecios de otros corredorescasi el doble de corpulentos que él, se lió a empujones. Ahí empezó a hacerse respetar. Y a ganar en Europa, era el Tour del Porvenir 2010. También se cuenta una leyenda referida a la presencia de Nairo con un destornillador cerca del autobús de un equipo en una carrera del calendario español.
La rabia del campeón
Estas anécdotas desnudan a un campeón con todas las características esenciales para serlo, incluida la rabia si se siente maltratado. Desde aquel Tour 2013, a Nairo se le respeta. Vaya que sí. Peroya solo precisa enseñar su palmarés.


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